Los semosos están amenazados. Las máquinas se han hecho con el control y están acabando con la esperanza de conseguir marcar y seguir liderando la resistencia desde la primera posición. S-gay-nen ha preparado una ofensiva final con la creación de un nuevo modelo de exterminador llamado Porterator que ha de acabar con los últimos defensores, con la resistencia. Pero aún quedan esperanzas mientras el líder de la resistencia siga con vida y deje de ir a la playa sin protección, Mauri Connor, la bailarina profetizada para liderar la especia semosa contra las máquinas. Pero para ello ha de encontrar a quien será su padre en el pasado Kylelias, que en esos momentos sólo es un adolescente como lo demuestra el hecho que es prácticamente imberbe y por sufrir el síndrome andresista consistente en creer que aunque sea suplente su participación es decisiva en un gol porque siempre puede decir cosas como “si no hubiera mirado mal al defensa no se habría desconcentrado y Mauri Connor habría sido incapaz de driblar a todo el equipo rival y marcar un nuevo gol”.
Pero estas historias nunca son sencillas. Los porterator poco a poco fueron acabando con las esperanzas de la resistencia pese a los mensajes de Mauri Connor: “si estás escuchando esto, estés donde estés, es que eres gilipollas y recuerda que no estás solo, así que pasala hijo puta y no intentes driblarte al equipo rival entero. Es muy importante que sobrevivas, no porque te aprecie sino por el hecho de que me puedas dar asistencias de gol. Soy Mauri Connor y tu eres la resistencia y yo soy tu gatita tu gatita.”
Kylelias se ocupaba de resistir junto a un pequeño sordo que aunque le grites siempre enfila recto el camino contra el enemigo, se trata del pequeño Rupert. Hacían lo que debían sobrevivir y dar asistencia a Mauri Connor, el líder que no conocían porque nunca baja a defender. Pero el destino se interpuso en su camino y apareció en forma de puente que uniría sus vidas. Kicus, una máquina creada por S-gay-nen para conseguir lo que todas las máquinas no habían podido hacer hasta el momento acabar con Mauri Connor. Kicus cree que es un hombre pero sus huesos están hechos de cordero de huesca, sus tendones de planta de marihuana, sus músculos son hachís y su sangre es batallines. Cerebro no tiene. Pero su piel es humana hecha a partir de los desechos de las liposucciones de las clínicas privadas. Kicus debe ir hasta la central de S-gay-nen para saber la verdad, pero se olvida y se queda en casa viendo los capítulos subtitulados al esloveno de la elefantita Nelly aquella cuya canción hacía: “Nelly feliç la maleta fa i diu adeu a tots yyyy amb la trompa va cantant tramp tramp tramp”. Kylelias le apaga la TV y le advierte que contra los porterator no hay esperanza que nunca van a marcar. Kicus que le acaban de joder el capítulo enchufa la radio para distraerse justo cuando Mauri Connor hacía otro de sus discuros, en el que prometía que acabaría con los porterator si se unían a él y le pasaban el balón. Kicus consiguió un saque de banda y Kylelias se preparaba para lanzarlo. Mauri Connor estaba amenazado, ante el tenía un porterator que había acabado ya con el resto de miembros de la resistencia semosa. Kylelías pasó el balón, un pase majestuoso de banda, uy que difícil cuanto mérito. Mauri Connor, el líder que acababa de cumplir 28 años y mentalmente aparentaba 6, acertó con el disparo y acabó con porterator.
La batalla estaba ganada, la lucha por el título no había hecho más que empezar. Si estás leyendo, eres la resistencia y eres semoso.